Hoy, un total de 64 familiares de personas fusiladas por la ira y la violencia tras el golpe militar del 18 de julio del 36, han recibido un reconocimiento público con entregas de certificados de reparación contemplados en la Ley de de la Memoria Histórica -esa Ley valga recordar, que la derecha se la pasa por el arco del triunfo en muchas regiones del estado español, y la Comunidad Foral de Navarra por supuesto está a la cabeza de este deleznable ranking-.
Ramón Jáuregui ministro de la presidencia en funciones ha estado esta misma tarde en el Parlamento de Navarra como representación oficial del gobierno de España para presidir este acto, acompañado del impresentable Alberto Catalán (Presidente de dicho Parlamento), personaje que junto con los sectarios compañeros de su partido, escupen una y otra vez con sus políticas, declaraciones y comportamientos a las víctimas de la represión franquista en Navarra.
Que yo recuerde, es el primer acto oficial proveniente de organismos públicos reconociendo a víctimas de la violencia fascista en Navarra. Y también creo que es la primera vez que alguien de UPN acude a un evento de estas características, aunque realmente su presencia haya sido obligada por las propias circunstancias.
Esto sin duda es una buena noticia, y aunque este reconocimiento haya llegado muy tarde, un homenaje como el de hoy es de agradecer. No obstante debería haber sido de obligado cumplimiento desde hace ya décadas.
También es buena noticia la placa honorífica instalada en el Ayuntamiento de Pamplona en recuerdo de los concejales y trabajadores municipales republicanos asesinados vilmente tras el brutal golpe militar del 36.
Pero como todo el monte no es orégano, vamos a sacar la fusta de la memoria y la sacudiremos un poco en aras de la reivindicación republicana.
Extraemos algunas perlas de este acto: Ramón Jáuregui "todavía no habíamos tenido ocasión de hacer un acto como éste". Señor Jáuregui, no sea usted cínico, han pasado ya 36 años desde que murió el caudillo, digo yo que algún momentico para realizar un pequeño homenaje desde el gobierno podrían haber sacado ¿no cree?
Alberto Catalán sobre el Parlamento de Navarra: "además de ser un espacio habitual de confrontación pacífica de ideas y de respeto al pluralismo ideológico, se ha convertido esta tarde también en un espacio para el reconocimiento"
Tras esta afirmación, nos vemos en la obligación de decirle al señor Alberto Catalán y a su cuadrilla de intransigentes derechistas del UPN, que está muy bien que haya presidido este acto, pero no olvide que en Pamplona el asesino Tomás Domínguez Arévalo, conocido como Conde de Rodezno, continúa teniendo una importante y céntrica plaza en su honor. Esta despreciable persona, no solo colaboró con el general Mola (Gobernador militar de Navarra y principal ideólogo de la sublevación) para derribar la República, sino que además en 1938 en plena guerra civil formó parte del primer gobierno de Franco, desempeñando durante dos años la cartera de Justicia, tiempo más que suficiente para firmar más de 50.000 sentencias de muerte, además de derogar la legislación de la II República, sentar las bases de la dictadura franquista, eliminación del matrimonio civil y condición de la mujer casada, etc. etc. Si quieren hacer reconocimientos comiencen por retirar este nombre embadurnado de sangre inocente.
Junto a esta plaza, también debemos recordar a UPN, que está el monumento a los caídos. A sus caídos por supuesto. Donde desde los años cuarenta se honra a los muertos del bando sublevado contra un gobierno legítimo, democrático y elegido por el pueblo.
Y todo ello a pesar de que existe una Ley de Memoria Histórica desde hace 4 años, Ley que el gobierno de Navarra está incumpliendo desde el principio.
También podemos recordar entre otras muchas cosas, cómo siguen tapando la verdad con respecto a todo lo sucedido en el fuerte de San Cristobal durante los años que se utilizó como penal. Nada indica en este lugar que se utilizó como punto de exterminio y humillación de muchísimas personas que su único delito fue pensar diferente que los sublevados fascistas. Lejos de intentar recuperar la memoria de estos hechos, vierten continuamente arena por encima y corren espesas cortinas para hacer lo posible por ocultar lo que allí sucedió.
Y podríamos seguir hablando horas y horas sobre más humillaciones de la derecha en Navarra a todas las víctimas del franquismo, pero no es mi objetivo hoy.
Terminaré con una una frase que aunque muy recurrente no deja de ser cierta para la cuestión de la Memoria Histórica:
QUIEN OLVIDA LOS ERRORES DEL PASADO ESTÁ CONDENADO A REPETIRLOS.
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