"The American way of life is not negotiable” (El estilo de vida americano no es negociable), dijo convencido George Bush padre durante la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, junio 1992).
Esta frase resume a la perfección la política imperialista de los EEUU. Están orgullosos de ello y seguirán cometiendo todo tipo de atrocidades para garantizar ese nivel de vida. O estas con ellos o estas contra ellos. Tienen la potestad para castigar a quien no sigue su batuta (el despiadado bloqueo a Cuba iniciado hace medio siglo es un claro ejemplo de ello).
Aseguran el status quo de sus clases altas mediante la invasión de países lejanos, utilizando como carne de cañón a soldados rasos salidos en su mayoría de las clases más desfavorecidas de la sociedad norteamericana.
Ahora se están marchando de Irak. Tras casi 9 años de brutal invasión, han dejado este país destrozado, más de 300.000 civiles inocentes han muerto (la cifra puede ser mucho mayor ya que no se sabe a ciencia cierta el número de víctimas desde 2003), el uranio empobrecido utilizado en algunas fases de la guerra está causando daños irreversibles en la población, y difícilmente Irak se podrá sobreponer algún día a esta barbarie. Todo ello con el fin de asegurarse el control de importantes zonas geoestratégicas y nutrir de suculentos beneficios a su industria armamentística y petrolera.
Su presidente, premio Nobel de la Paz en 2009, continúa permitiendo entre otras cosas, la invasión de Afganistán, la tortura e injusticia en Guantánamo (a pesar de que firmó en enero de 2009 la resolución para cerrar la prisión en el plazo de un año), y por supuesto sigue prestando su apoyo incondicional a la política genocida de Israel frente a Palestina.
El imperialismo de Estados Unidos no tiene límites. Lo próximo será Irán, de hecho ya están amenazando con invadirlo y de esta forma hacerse con el control de ricos yacimientos de petróleo.
Han perpetrado todo tipo de crímenes. Invasión de países, preparación de golpes de Estado para derrocar gobiernos no afines y colocar a presidentes títeres (se me vienen a la cabeza en estos momentos Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Uruguay, Brasil, Chile, Argentina, Cuba y República Dominicana), expolio y agotamiento de recursos naturales de países del sur (Estados Unidos representa apenas el 4% de la población mundial y consume el 30% de los recursos de la tierra). Ha sembrado muerte y destrucción a lo largo y ancho del planeta, provocando millones de víctimas inocentes (y sigue haciéndolo). Y todos estos actos criminales han quedado siempre en la más terrible impunidad.
Este imperialismo contemporáneo surge de las entrañas del capitalismo, es su fase avanzada (como bien adelantó Lenin en su célebre “Imperialismo fase superior del capitalismo” escrito en 1916). Hoy en día estamos en la era de los imperios más descarnados. Estados Unidos y sus aliados son el imperio de los insaciables mercados, de las enormes empresas transnacionales, de los grandes capitales, de la industria armamentística, de los amos de los grandes medios, de todos los poderosos líderes mundiales. Sin ir más lejos, la reciente invasión de Libia a manos de la OTAN, ha demostrado por enésima vez que el ansia del capital no tiene límites.
chinga tu madre EEUU
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