Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), fijados en el año 2000, son ocho objetivos de desarrollo humano, que los 192 países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015.
Recordaré cuales son estos objetivos:
1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
2: Lograr la enseñanza primaria universal.
3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.
4: Reducir la mortalidad infantil.
5: Mejorar la salud materna
6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
7: Garantizar el sustento del medio ambiente.
8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
La reflexión que se expone a continuación se centra en el que es en mi opinión el más básico por representar al problema más sangrante de todos.
ERRADICAR LA POBREZA EXTREMA Y EL HAMBRE.
No hace falta ser un ilustrado para ver la auténtica realidad y discernir entre la imagen apaciguadora cara a la galería y el intenso tufillo (que por mucho ambientador vertido no pueden hacer desaparecer), que se desprende de los oscuros intereses privados.
Tan solo es necesario abrir los ojos y por encima de todo la mente para darse cuenta de la espesa y corrupta capa que lo envuelve todo a lo largo y ancho de nuestro planeta.
Hipocresía, indecencia, desfachatez, ironía, desvergüenza e insensibilidad son solo algunos calificativos que se pueden utilizar contra determinados comportamientos de los principales líderes y dirigentes mundiales.
Seamos serios, ¿Por qué motivo iban a querer luchar para erradicar el hambre en el mundo, aquellos que se lucran hasta límites insospechados con su existencia?
Huelga afirmar con contundencia el siguiente argumento básico y esencial para empezar a reflexionar sobre la existencia de la pobreza:
Los líderes de los países más avanzados del mundo, nos quieren hacer creer que en su infinita bondad las naciones desarrolladas pretenden disminuir este gravísimo problema y por ello se reúnen en esas fastuosas (a la vez que improductivas) reuniones y cumbres internacionales, que en realidad son verdaderas pantomimas de cara a la galería.
El objetivo de erradicar la pobreza y en consecuencia el hambre en el mundo, no debe considerarse ni muchísimo menos un reto o un noble compromiso (utilizo estos dos términos por que los principales dirigentes mundiales los suelen utilizar para referirse a su supuesto compromiso con la erradicación del hambre) de los países más ricos y poderosos para con los más necesitados. Debe ser tratado como una obligación básica, elemental e imprescindible, sin cuya consecución nunca podrá alcanzar el hombre un verdadero progreso, por ello hay que discernir entre el significado de RETO y el de OBLIGACIÓN o SALDO DE DEUDA. El primero, si no se consigue tampoco pasa nada puesto que representa un difícil desafío, mientras que afrontar una deuda pendiente debe realizarse sí o sí.
Es indecente aceptar el viejo y extendido discurso que describe y resume en definitiva a la pobreza como algo que parece que nos ha caído del cielo cual maldición egipcia, o que es un problema que ya se encontraba en la tierra antes que el propio ser humano y que este último cuando empezó a habitarla de repente se encontró con él.
Para darse cuenta de esto, creo que solo hay que escuchar el mensaje que al respecto, suelen transmitir buena parte de políticos, medios de comunicación, organismos públicos, entidades privadas, y en general todos aquellos aferrados o cercanos al poder, siervos de este injusto sistema que padecemos.
Resulta que según los parlanchines mediáticos, este problema surgió de repente, de la nada, oigo sus palabras y parece que se refieren a ello como algo incómodo que está ahí (o sea que nadie ni nada determinado lo ha provocado) y que representa todo un desafío para la humanidad. Nos intentan decir que algún día, poco a poco, puede que se consiga abordar dicho problema, eso sí no vayamos muy deprisa que todo requiere de su tiempo y sobre todo de ganas e interés.
Basta ya de omitir la verdad, ya va siendo hora de analizar la raíz del asunto, solo se puede extirpar un tumor actuando sobre su base y sobre aquellos elementos que lo provocan y sustentan.
La pobreza y como consecuencia directa el hambre, como sabemos bien tod@s es un problema que ha creado exclusivamente la especie humana (aunque a muchos incomode decirlo o simplemente no interese, especialmente en ambientes y situaciones concretas). Subsiste y sigue extendiéndose por que así lo quiere una privilegiada a la vez que ínfima minoría de la población mundial.
Debido a acciones y comportamientos muy determinados y totalmente conscientes de los principales paladines del sistema capitalista, (que recordemos, juegan el papel de puntales de sus ya desquebrajados cimientos), el terrible virus de la pobreza es inoculado a buena parte de la población mundial.
Cuando alguien por su irracional pero a su vez convencida actuación, origina un problema de virulentas consecuencias, el hecho de erradicar el mismo nunca podrá considerarse un desafío, reto o compromiso del causante, puesto que son términos que definirían un comportamiento noble ya que el sujeto intenta alcanzar una meta específica, o sea que sería algo extra, a parte, para nada un resarcimiento de daños, el sujeto incorpora y añade algo que no existía antes y se entiende que algo positivo.
Sin embargo (insisto en la idea), cuando alguien o algo, en lugar de sumar cosas, su meta es tratar de atajar y eliminar un problema y/o situación negativa que él mismo originó (con plena conciencia de ello aunque sepa que es inmoral), su actitud y su objetivo no son un reto o un compromiso, sino que es una obligación moral y ética. Se trata de un deber en toda regla ya que tendrá que poner fin a algo pernicioso creado por él mismo y que por tanto antes no existía.
Como breve conclusión diré lo que casi todos sabemos y que los llamados líderes mundiales se empeñan (puesto que no es conveniente para sus intereses) en no decir en público:
La pobreza es un problema provocado por el hombre y mantenido por él para la consecución de unos fines determinados. No es en absoluto algo casual, como parece que nos intentan hacer creer desde las altas esferas.
La pobreza es un problema provocado por el hombre y mantenido por él para la consecución de unos fines determinados. No es en absoluto algo casual, como parece que nos intentan hacer creer desde las altas esferas.
Además no olvidemos que para que viva un ricachón, para que disfrute de esa vida privilegiada y en muchos casos desenfrenada y acapare y acumule las ingentes cantidades de bienes materiales que los millonarios suelen poseer y para que en fin, una persona disponga de tan elevado patrimonio personal, ¿Cuántos cientos de personas deben morir de inanición? ¿Cuántos miles pasar penurias viviendo en la miseria sin apenas poder subsistir?
Y continuando con más preguntas básicas:
¿Cuándo se va a atajar de una vez por todas, el problema de la pobreza desde su raíz, esto es, eliminando y/o modificando todo aquello que lo provoca, sostiene y agudiza, en lugar de insistir en hacer propaganda?
¿Hasta cuando se va a seguir permitiendo tamaña y cruel injusticia?
¿Hasta cuando se va a seguir permitiendo tamaña y cruel injusticia?
Ya vale de engaños e hipocresía asquerosa, los ODM se fijaron en 2000 en vistas al 2015. Se llevan 10 años desperdiciados, en los cuales lejos de mejorar y progresar, se ha incrementado la desigualdad entre ricos y pobres en el mundo y en definitiva el número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza y en situación extrema. ¿Acaso alguien espera a estas alturas, que en los 4 años que restan para el 2015, se afronten realmente estos objetivos, cuando estos últimos 10, solo han servido para empeorarlos en la gran mayoría de casos?
Dejémonos de falacias,
LOS MODELOS DE VIDA Y DESARROLLO ACTUALES, BASADOS EN UN SISTEMA CAPITALISTA Y NEOLIBERAL ATROZ, NO SOLO SON TOTALMENTE INCOMPATIBLES CON EL OBJETIVO DE DISMINUIR LA POBREZA Y CON EL RESTO DE ODM, SINO QUE ADEMÁS SON LA GASOLINA QUE NUTREN EL FUEGO QUE ELLOS MISMOS CREARON.
Buen artículo, felicidades.
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