Revolución

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“La libertad no es más que un fantasma inofensivo mientras existan hombres que puedan matar impunemente de hambre a otros. La libertad es un fantasma inofensivo cuando a través de un monopolio el rico logra ejercer el derecho de vida y muerte sobre sus semejantes.” JACQUES ROUX

viernes, 4 de noviembre de 2011

LOUISE MICHEL. Heroína de la 1ª Revolución proletaria y pionera del anarquismo

"No se pueden matar las ideas a cañonazos, ni ponerles las esposas"

A todos aquellos que no conocen la colosal figura de Louise Michel (1830-1905), les animo a que investiguen y lean sobre ella, ya que es un personaje absolutamente imprescindible para comprender los movimientos revolucionarios y sociales de Francia y en general de la Europa de la segunda mitad del siglo XIX.
Esta grandiosa heroína francesa, fue una de las principales figuras de la Comuna de París (1871), y su vida la dedicó incansablemente a la defensa de los valores de justicia social, libertad de las personas, y a la infatigable lucha por alcanzar la plena igualdad de la mujer con respecto a la opresión masculina y por otra parte la igualdad del ser humano, en definitiva la revolucionaria francesa es recordada por intentar transformar la cruda realidad de su tiempo en aras de un mundo mejor. Además Louise Michel fue una gran educadora, maestra altruista al servicio de la educación de las clases más desfavorecidas, también interesante escritora y una de las primeras revolucionarias anarquistas, de hecho fue la primera en enarbolar la bandera negra, que bajo su impulso se convertirá en el símbolo del movimiento anarquista.
Por todo ello esta excepcional mujer merece ser recordada no solo por aquellos que defendemos los ideales libertarios sino por toda persona con un mínimo de aprecio a la justicia, la libertad, la razón y la igualdad de las personas. 

Breve biografía de LOUISE MICHEL
(Vroncourt-la-Côte, 1830 - Marsella, 1905) Revolucionaria francesa, escritora, poetisa y educadora social. Participó de forma decisiva en el levantamiento revolucionario de la Comuna de París de 1871, a causa de lo cual fue deportada a Nueva Caledonia. Allí se interesó vivamente por los nativos canacos. Amnistiada, regresó a Francia en 1880, dedicándose a propagar el ideario anarquista por todo el país y algunas naciones europeas, mediante conferencias y escritos que suscitaban gran expectación.
Recibió una educación volteriana y republicana, aficionándose pronto al piano y a la lectura (conoció personalmente a Víctor Hugo, con el que tendría gran amistad en lo sucesivo).
En 1845 murió su padre, y en 1850 debió abandonar Vroncourt, expulsada por sus hermanastros, y con la prohibición expresa de utilizar el apellido Demahis. Marchó a Chaumont para obtener un diploma de institutriz, oficio que comenzó a desempeñar en 1853, en Audeloncourt. Aunque como institutriz comunal no tenía que realizar el juramento a Napoleón III, fue denunciada varias veces por republicana.
En 1856 comenzó a trabajar como maestra en una institución parisina, asistiendo además a cursos de todo tipo organizados por sociedades republicanas. Al mismo tiempo, escribía versos y artículos, que enviaba a Víctor Hugo y a periódicos como La Jeune France (La joven Francia), y participaba en reuniones de debate. Aunque no adscrita a corriente ideológica alguna, se relacionó con personas vinculadas al pensamiento revolucionario.
En 1870, tras la derrota de Napoleón III en Sedán ante los prusianos, y una vez proclamada la Tercera República Francesa el 4 de septiembre, grupos de revolucionarios, entre los que se encontraba Louise Michel, trataron de obtener armas en el Ayuntamiento de París para liberar Estrasburgo de las tropas prusianas; fue la primera vez que Louise Michel ingresó en prisión. Luego presidió el Club de la Justice de Paix de Montmartre, una de las demarcaciones de vigilancia creadas por el Consejo Federal de la Internacional. Obtenidas por fin las armas, se proclamó la Comuna de París en marzo de 1871 y participó en la subsiguiente lucha de barricadas, ocupándose además de una ambulancia y de cuestiones de educación.
Consiguió liberar a su madre, que había sido capturada para ser fusilada como castigo contra Michel. El 16 de diciembre de 1871 compareció en Versalles ante un consejo de guerra que la condenó a deportación perpetua. Tras permanecer más de año y medio en la prisión de Auberive (Marne) fue enviada a Noumea, en Nueva Caledonia (colonia francesa del Océano Pacífico), adonde llegó a finales de 1873 tras cuatro meses de viaje. Durante el mismo se había adscrito al anarquismo.
Una vez allí, su pasión científica le llevó a estudiar la exótica vegetación y fauna del lugar; además improvisó una escuela para los hijos de otros deportados, entre los que tuvo cierta autoridad y ascendiente. Conoció a un nativo canaco, del que aprendió la lengua y cultura, y visitó varias tribus canacas; llegó a ser muy apreciada por los nativos, a los que enseñó diversos conocimientos. Al contrario que la mayoría de los deportados, Michel se mostró partidaria de la revuelta canaca de 1878 , pues la consideró una lucha de liberación; por el mismo motivo también tuvo en gran estima a los deportados argelinos.
En julio de 1880 fue amnistiada junto con otros revolucionarios; regresó a Francia, con la idea inicial de volver a crear una escuela para los canacos. El 9 de noviembre entró en París después de casi diez años de ausencia. Se dedicó entonces a pronunciar conferencias en clubes revolucionarios, por todo el país, en aliento del espíritu de la Comuna, con importante asistencia de público. Estudió las teorías económicas anarquistas de Piotr Kropotkin.
En 1883, después de tomar parte en una manifestación contra el paro, fue de nuevo detenida y condenada a seis años de prisión por saqueo, aunque fue indultada en enero de 1886. 
Retomó de nuevo su actividad propagandística, volvió cuatro meses a la cárcel a mediados de año, y en enero de 1887 fue ligeramente herida de bala, mientras hablaba en Le Havre (sufrió varios atentados durante su vida). En 1890 participó en una revuelta anarquista en Vienne y fue detenida una vez más; liberada luego, quisieron declararla loca para encerrarla en un internado.
Se refugió en Londres, como habían hecho antes otros revolucionarios, y trató de cerca a muchos de ellos: Enrico Malatesta, Léon Blum y otros. Dio también conferencias, ahora para el público inglés. Se ocupó también de recoger fondos para los proyectos y obras anarquistas, y de enseñar en una escuela a los hijos de los exiliados. En 1895 regresó a París, requerida su ayuda por Sébastien Faure para la edición del periódico Libertaire (Libertario). Hasta su muerte, publicó artículos y siguió realizando giras por distintas ciudades francesas y algunos países europeos: Holanda, Bélgica, Suiza y Escocia, luchando para evitar la disgregación del anarquismo que a principios del siglo XX estaba produciéndose.
Falleció en enero de 1905 debido a una pulmonía, se encontraba en Marsella impartiendo unas conferencias para trabajadores.

Enlaces:
Sobre la Comuna de París:

Bibliografía (títulos más recientes):

  • Nic Maclellan, Louise Michel, Editorial Ocean Sur, 2007.
  • Isabel Moyano Ramos, Juan C. Ordóñez Podadera, Louise Michel, una revisión biográfica a partir de sus memorias (1830-1905) p. 59-72, in Feminismos en las dos orillas, coord. por Rosa María Ballesteros García, Carlota Escudero Gallegos, Universidad de Málaga, 2007.
  • Andrea D´Atri, Luchadoras, Historia de mujeres que hicieron historia, Ediciones IPS, Argentina, 2006.

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