Sobran las palabras para definir este magnífico y emotivo discurso de Fidel, en el que ensalza la figura de su amigo y camarada Che Guevara. Fue el 18 de octubre de 1967, solo nueve días después de su asesinato en Bolivia.
En estos tiempos oscuros, de capitalismo atroz y despiadado, de imperialismo, de crisis económica, ecológica, de derechos y de valores, debemos mantener viva la llama revolucionaria de hombres como el Che, y el propio Fidel.
Solo podremos empezar a construir un mundo mejor, combatiendo las injusticias, luchando contra el imperialismo y defendiendo las ideas de justicia social, solidaridad y socialismo universal, que la Revolución Cubana difunde por el mundo desde hace más de medio siglo.
Por eso, como bien dijo Fidel en este discurso, si nos preguntan como queremos que sean nuestros hijos, si nos dicen a quien queremos parecernos, responderemos alto y claro, queremos que sean como el Che, queremos parecernos al Che.
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