El pasado 22 de Marzo, la clase trabajadora habló alto y claro. La ciudadanía de todo el estado, tomamos las calles de Madrid, y realizamos una gran demostración de fuerza, unión y organización.
La voz de la mayoría social trabajadora se escuchó por todos los rincones del estado español y de Europa.
No han podido silenciarla. Se escuchó la voz del pueblo a pesar de que el Régimen ha intentado acallarla y seguirá haciéndolo.
El capitalismo tiene bajo control los medios de comunicación, las finanzas, el poder de la violencia a través de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, mientras tiene secuestrado el poder político, en este simulacro de democracia.
El régimen a través de sus medios de comunicación y de su maquinaria mediática cargada de inquina, al servicio de la manipulación, atacó vilmente desde el primer momento a la movilización del 22M.
Las únicas imágenes (tristemente famosas ya) que aparecieron en las televisiones, informativos y portadas de los periódicos, tanto versión digital como prensa escrita, fueron las de un grupillo de individuos encapuchados enfrentándose contra la policía. Piedras, palos, cristales y escaparates rotos, vehículos policiales atacados, carreras por las calles, policías y encapuchados recibiendo y repartiendo golpes...
Esto ha sido el 95% de lo que se ha mostrado cuando se ha hecho referencia al 22M en todos los grandes medios, cuando eso nada tuvo que ver con la manifestación y las movilizaciones de todo el día.
Quienes estuvimos allí sabemos bien la magnitud de la movilización, la coordinación y cohesión de todos los bloques sociales y políticos que participamos.¡Fue sin duda un éxito rotundo!
Dejamos a un lado diferencias y caminamos tod@s junt@s luchando por objetivos comunes, por una educación y sanidad públicas y de calidad, por la renta básica, por unos servicios sociales que permitan a las personas vivir dignamente. Gritamos NO a las privatizaciones, NO al paro y a la precariedad laboral, NO a los mercados y al pago de la deuda, NO a los recortes de derechos laborales y sociales. En definitiva NO al neoliberalismo y las políticas de austeridad que se están aplicando en toda Europa.
Dejamos a un lado diferencias y caminamos tod@s junt@s luchando por objetivos comunes, por una educación y sanidad públicas y de calidad, por la renta básica, por unos servicios sociales que permitan a las personas vivir dignamente. Gritamos NO a las privatizaciones, NO al paro y a la precariedad laboral, NO a los mercados y al pago de la deuda, NO a los recortes de derechos laborales y sociales. En definitiva NO al neoliberalismo y las políticas de austeridad que se están aplicando en toda Europa.
Las marchas por la dignidad que habían arrancado semanas antes del 22 de marzo desde todos los puntos del país, se desarrollaron de forma ejemplar, cargadas de solidaridad, compañerismo y justicia social.
Las marchas llevadas a cabo desde primera hora de la mañana del sábado 22 de marzo en Madrid que culminaron por la tarde en la colosal macromanifestación desde Atocha a Colón, fueron en todo momento un claro ejemplo de unidad y reivindicación pacífica.
Todo el desarrollo de la manifestación fue absolutamente pacífico, cargado de buen ambiente y mucha sintonía entre todas las organizaciones, grupos, asociaciones y colectivos venidos desde toda España. No hubo ningún tipo de problema, tensión o conflicto. Y todo ello a pesar de las grandes diferencias de ideas, pensamientos, sensibilidades políticas e ideológicas de las personas que participábamos en la marcha. Personas de Andalucía, Navarra. Galicia, Cataluña, Euskadi, etc. etc., de todas las Comunidades, de todo tipo de edades (personas de 70 y 80 años, padres y madres con las silletas y con sus pequeños, jóvenes, adolescentes, etc.), fue un canto a la unidad formidable.
Todas estas diferencias, geográficas, ideológicas, territoriales, generacionales, no importaron ni importan. Nos une un objetivo común, el derribar a este régimen político, económico y financiero que es corrupto, está podrido y tiene las horas contadas. Es el régimen del PP, PSOE, la iglesia y los mercados financieros. Es la dictadura del capital que está condenando a la inmensa mayoría de la sociedad a una vida de miseria para que unos pocos puedan mantener y acrecentar sus privilegios.
A la gente no se le puede manipular ni engañar tan fácilmente. Fuimos muchos y muchas quienes estuvimos en Madrid el 22M. Vivimos todo aquello y sabemos bien la inmensidad de las marchas.
Las imágenes aéreas y a pie de calle hablan por si solas. Muchas estimaciones, nada desorbitadas, aseguran que pudo haber aproximadamente un millón de personas en las Marchas por la Dignidad.
La ciudadanía tomó las calles literalmente, de forma pacífica, sin gota de violencia. Los disturbios ocurridos después de la finalización de la manifestación, a partir de las 21 horas, nada tienen que ver con la propia movilización del 22M.
El mismo régimen ya se encarga de introducir a infiltrados y agitadores, policías y personas de la extrema derecha, que en muchos casos son financiados como mercenarios para provocar situaciones como las que se vieron en los informativos. Todo para desacreditar a una marcha pacífica de 1 millón de personas, contra las políticas neoliberales. ¡Fue sin duda un tod@s a una!
El 22M ya ha dejado su huella en la historia. La mayoría social trabajadora dio una lección magistral de organización, de unidad, de lucha y movilización pacífica. Toda una muestra de fuerza, del gigantesco poder que podemos tener si realmente estamos unid@s y caminamos hacia una meta común, que debe ser la derrota del capitalismo.
Por ello, el capital, en España representado por el Gobierno del PP con su compinche PSOE, tiene mucho miedo y lo demuestra con una campaña feroz de criminalización de las marchas. Su miedo le hace crear leyes contrarias a la libertad de reunión, de movimientos, que atacan el derecho de manifestación y reivindicación libre y libertad de expresión. Legislan contra el pueblo, en favor de los poderes financieros y oligarquías económicas.
Por mucho que quieran, por mucho que lo intenten no han podido ni podrán acallar la voz de la gente, la voz que gritó muy alto el pasado 22 de Marzo. Ese día la ciudadanía tomó las calles, y lo vamos a seguir haciendo hasta que no queden más que las astillas de este corrupto e injusto sistema.
A continuación se muestra una recopilación de fotos tomadas por un servidor, quien estuvo en las marchas y sabe bien de las mentiras mediáticas del gobierno. Al igual que el millón de personas que estuvo conmigo aquel día, sabemos lo que sucedió, como tantos y tantos millones de personas de este país que aunque no estuvieron en el 22M, no caen en la manipulación tramposa ni en las patrañas de los medios de comunicación generalistas y saben que el 22M fue un éxito de la ciudadanía contra el neoliberalismo.
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